La Semiología de la Vida Cotidiana es un modelo educativo paralelo y complementario del sistema tradicional, dirigido al público en general, adolescentes y adultos. Está enfocado al desarrollo de conciencia para elevar la calidad de vida de las personas, de modo que incide tanto en el individuo, como en la pareja, la familia, la empresa y la sociedad.

Este modelo fue creado por el Dr. Alfonso Ruiz Soto, fundador del Instituto de Semiología S.C., sustentado en una visión fundamental:

Situar al individuo al centro de su propio proceso educativo.

Esta visión, implica emplazar la conciencia al centro del individuo, el autoconcepto al centro de la conciencia, la vocación al centro del autoconcepto, y el servicio al centro de la vocación. Es el eje de diamante que interconecta lo mejor de la persona con el bien común, con el bien de la comunidad humana.

Implicaciones prácticas

Sabemos que existe el individuo, pero éste no existe en abstracto. El individuo existe inmerso en un principio de realidad. Esta visión nos arroja dos relaciones fundamentales: la relación que mantiene el ser humano consigo mismo y la relación que mantiene con todo y con todos los que le rodean. Así pues, la calidad de vida de una persona no depende exclusivamente de las circunstancias externas o de los sucesos que puedan ocurrir en su biografía, sino de su nivel de conciencia y su capacidad de respuesta frente a dichos sucesos.

"No son las tragedias grandes o pequeñas que puedan ocurrirte, sino la forma en que las percibes, las procesas y las proyectas, lo que determina la calidad de tu vida". – Alfonso Ruiz Soto

Sólo a través de un más adecuado conocimiento de nosotros mismos y de los mecanismos profundos que determinan nuestros sistemas de pensamientos, creencias y valores, podemos elevar nuestro nivel de conciencia y dejar atrás la cultura del sufrimiento, tan extendida en nuestra sociedad.

Con base en la construcción de la paz interna y la armonización de nuestro potencial humano, lograremos configurar un proyecto de vida sustentado en el desarrollo de conciencia. De esta manera, nos insertamos en un círculo virtuoso de crecimiento personal, no sólo en beneficio propio, sino en beneficio de nuestra sociedad como totalidad. La columna vertebral de esta visión estaría integrada de la siguiente manera:

“La plenitud del individuo, 
es el sustento de la pareja.
La plenitud de la pareja, 
es el sustento de la familia.
La plenitud de la familia,
 es el sustento de la sociedad.
La plenitud de la sociedad,
 es el sustento del individuo.” –ARS–

Objetivo Central

El objetivo central de la Semiología de la Vida Cotidiana es mejorar la calidad de vida de los individuos, mejorar aspectos muy puntuales del conocimiento de su ser, por ejemplo, en su proceso de toma de decisiones, en el manejo de sus emociones, en el manejo de su sexualidad, en el descubrimiento de su vocación, en la elaboración de un proyecto de vida, en la incorporación de hábitos de salud integral y muchos más. La Semiología tiene este objetivo muy claro: generar las condiciones propicias para el desarrollo de la conciencia y, por lo tanto, elevar la calidad de vida de las personas, de las parejas, de las familias, en una forma metódica, sistemática, clara y, además, amena.

La Semiología es un conocimiento profundo que ofrece soluciones profundas, pero prácticas, aterrizadas a la vida cotidiana. Uno de los objetivos más importantes que el Dr. Alfonso Ruiz Soto se ha planteado a lo largo de veintisiete años desarrollando este modelo, es traducir una información y una visión académica muy sofisticada y compleja a términos accesibles, tanto para adolescentes como adultos, y a situaciones comunes de la vida cotidiana. Por eso la búsqueda constante de nuevas perspectivas. Algo viable, posible, y no un acto mágico; sino un acto de lucidez y comprensión que depende exclusivamente del trabajo interno de cada persona, del ejercicio de su libre albedrío y de su voluntad consciente.

"Esta visión, implica emplazar la conciencia al centro del individuo, el autoconcepto al centro de la conciencia, la vocación al centro del autoconcepto, y el servicio al centro de la vocación. Es el eje de diamante que interconecta lo mejor de la persona con el bien común, con el bien de la comunidad humana."
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